sábado, 9 de noviembre de 2013

Una familía ocupada


Una familia acomodada, formada por la abuela, el padre, la madre y tres hijos, dos chicos y una chica. La abuela se ocupaba de cuidar a una preciosa gatita blanca, muy traviesa que le gustaba arañar y maullar cuando quería mimos. También la abuela junto a la gatita daba largos paseos contemplando los jardines del pueblo.
El padre trabajaba como agricultor unos viñedos y dedicaba todo el día para cosechar buena uva.
La madre se dedicaba entre otras cosas a cuidar un hermoso jardín que daba diferentes rosas y perfumaban toda la casa. También recogía lirios muy grandes y blancos. Los llevaba a la iglesia del pueblo para adornarla, pues la señora era muy religiosa.
El hijo mayor era cantautor; para inspirarse a componer sus canciones iba a la montaña y recogía grandes setas, caracoles en días de lluvia, cantaba sus canciones a la luz de la luna.
El mediano de los hijos estudiaba y en sus ratos libres iba al gimnasio acompañado de sus mejores amigos a entrenar sus músculos.
A la benjamina de la familia le gustaba mucho ir al colegio donde aprendió que no hacen la cigüeñas, ya de jovencita se cuidaba para mantener su silueta.
Cada cual se dedicaba a lo suyo, se respetaban mutuamente para no crear conflictos.
La madre se ocupaba de la educación de sus hijos, mientras observaba como se manejaban. Observaba a sus empleados del servicio de la casa y les recordaba que el Ayuntamiento recomendaba reciclar la basura.


Montse

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