lunes, 4 de noviembre de 2013

Medioambiente


Hasta un 300% podría expandirse la superficie de encinares y enebrales en las montañas de la península ibérica como consecuencia del calentamiento global, en detrimento de la que ocupan los hayedos y pinares de pino silvestre, que podría disminuir hasta un 90% . A esta conclusión ha llegado un equipo científico liderado por la universidad complutense de Madrid (U C M) tras realizar un estudio centrado en calcular los posibles cambios que tendrán lugar en nuestros montes durante los periodos comprendidos entre los años 2.041 y 2.070, y 2.071 y 2.100, según los escenarios previstos por el panel intergubernamental sobre el cambio climático (IPCC).

En el norte de Europa las especies situadas en las cumbres de las montañas serán las mas afectadas por el aumento de las temperaturas de la próxima década. Por el contrario, las mas perjudicadas en el sur del continente serán las del piedemonte debido al incremento de la aridez ( aumento de la temperatura y disminución de las precipitaciones). Esta favorecerá la expansión de especies perennes mediterráneas como la encina, el enebro de miera, el pino piñonero carranco, adaptados al estrés hídrico y a las altas temperaturas estivales”, explica Diego Ruiz-Coboundette, ecólogo de la U C M e investigador principal del estudio científico.

Las concentraciones de CO2 atmosféricas previstas para 2.080 se sitúan en torno a las 700 partes por millón (PPM) de CO2 en la actualidad la concentración alcanza ya los 393 PPM ,un valor que no se esperaba alcanzar hasta después de 2015 , según el escenario mas desfavorable de los planteados por el IPCC en 1.990. esta realidad se traduce ya en tres fenómenos incontestables: la primavera se avanza, el otoño se retrasa y las lluvias estivales, especialmente en el centro y el sur de la península, disminuyen.

Todo ello provocara cambios en nuestras montañas, entre ellos una profunda transformación de los piedemontes por la mediterranización del clima (sustitución de fresnedas, quejiganes y melajanes por encinares), una fuerte contracción de los bosques de hoja ancha de la media montaña (hayedos y abedulanes) , y una drástica reducción del área de distribución de las especies Euro siberianas hoy refugiadas en la media y alta montaña ( pino silvestre y enebro de alta montaña ), que se verán desplazadas por especies submediterráneas como el roble melojo , mejor adaptadas a las nuevas condiciones climáticas.
Lo que puede considerarse como un problema biológico no seria el cambio en si , puesto que las especies y comunidades de los ecosistemas actuales han experimentado ya cambios ambientales significativos en los últimos 100.000 años , sino la velocidad a la que se esta produciendo ese cambio “, explica el director del estudio, Francisco Díaz Pierda ,catedrático de ecología de la UCM y presidente de W W F/ Adana.
Se estima que el ritmo vertiginoso de este cambio global conlleve en Europa la desaparición de entre el 60 y el 80 % de las especies vegetales del sur del mediterráneo . y es que estas no podrán ni adaptarse ni migrar en un periodo de tiempo tan breve y en un territorio que , además ,esta muy castigada por la intensa urbanización , por el desarrollo de infraestructuras o por el abandono o la intensificación agraria del medio rural. Todos estos factores han aumentado la vulnerabilidad de nuestros ecosistemas , que ya muestran señales inequívocas de un cambio que habrá que gestionar con medidas de adaptación y mitigación . No hay tiempo que perder .



 César

No hay comentarios:

Publicar un comentario