miércoles, 27 de mayo de 2015

PLATERO


Ven Platero, que te vamos a probar un bonito traje que sé que te va a gustar y con mucha gracia lucirás el día de Navidad. La camisa es de batista celeste con festones negros haciendo juego con el color de tus ojos. También llevará en el bolsillo bordado a punto de cruz un par de espiguitas y una amapola, tan roja como una piruleta de fresa. Los botones son cascabelitos de oro.
El calzón es de lana negra contrastando con tu pelo blanco. También tiene tu calzón campanitas de plata. La bufanda es de seda de color verde manzana y después de bañarte y de peinarte, te pondremos colonia de laurel.

El día de Navidad todo el pueblo iremos a saludar al Niño Dios y a sus padres, a llevarles ofrendas. Como tu eres muy pequeño sólo llevarás en tus alforjas un poco de fruta en almíbar para José y María y como tarda en estropearse, así Jesusito podrá comerlo también cuando haya crecido un poco.

Platero, sé que no eres un burro como los demás, si no con mucha educación que has aprendido de la familia. Ya sabes: cuando llegues al portal, saludarás con la cabeza y un rebuzno muy suave para no despertar al niñito. Después te despedirás de María y José dándoles tu pezuñita. Luego volveremos al pueblo para celebrar las fiestas.

De camino a casa, cantaremos villancicos y tocaremos los instrumentos musicales. Como tu, Platero, no puedes tocar la zambomba ni los tambores, harás música con los cascabeles y campanitas de tu traje. Como llegarás cansado al pueblo, enseguida te prepararemos la comida y la cama. La comida será una gran cazuela de algarrobas y de postre, figuritas de mazapán y barquillos de canela.

Tu cuadra tendrá una gran cama hecha con paja caliente, para que no pases frío, ya que por Navidad las temperaturas serán muy bajas. Al día siguiente podrás jugar con los niños del pueblo y por la tarde prepararemos una gran chocolatada que esperamos que te guste.

¡Feliz Navidad, Platero!


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