Hay tres
pesticidas que acaban con las abejas, se tratan de insecticidas que
se utilizan en los cultivos comunes y que ocasionan la muerte masiva
de los insectos, en especial de las abejas.
Estos
pesticidas son nicotinoides, es decir derivados de la nicotina. En
Europa son comercializados por las empresas de Bayer y Singenta.
Estos productos actúan sobre el sistema nervioso de los insectos,
causándoles parálisis, desorientación e incluso la muerte. Lo que
supone la pérdida de estas abejas, es un gasto de 22.000 millones
de euros en agricultura Europea (debido a la no polinización).
La comunidad Europea ha emitido un informe para restringir el uso de
estos pesticidas. Sólo se pueden usar en cultivos que no atraigan a
las abejas y/o en los cultivos de cereales de invierno.
Este informe también, prohibe el uso y venta de semillas tratadas
con productos que contengan sustancias para no atraer los insectos.
La comunidad Europea tardará un año como máximo en revisar el uso
de estas sustancias.
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