martes, 18 de febrero de 2014

El niño o niña interior. Creatividad


El niño o la niña interior, que poseemos cada uno de nosotros en nuestro interior, sabe bien lo que es imaginar y crear. Hay mucha gente que por el hecho de tener una determinada edad no tiene ya creatividad, parece que creen que la creatividad es limitada y que se termina, otra gente piensa que no tiene creatividad, se niegan a si mismos su propia creatividad, sin embargo cuando dejan salir a su niño o niña interior se asombran de la capacidad que tienen. La niña o niño interior plasma imaginación y luego crea a base de ello y lo materializa, ¿cómo se puede decir que la imaginación no sirve para nada, que es basura, que es cosa de niños, que no es cosa de adultos?. Cuando estamos ante la niña o el niño interior y lo vemos, eso nos trae creatividad y materialización; nos asombra y nos quedamos con la boca cerrada incapaces de decir nada, aprendemos, sentimos, vemos como la creatividad es ilimitada, no tiene paro, cada vez nos gusta más y queremos más creatividad. Hay que cuidar ese niño o niña interior hay que darle su espacio, pero ojo la creatividad también se puede utilizar para dañar a otros, y damos un paso hacia atrás en vez de ir hacia delante y nos lastimamos y nos frustramos porque no lo hemos conseguido en nosotros mismos, en cambio cuando utilizamos la creatividad para crecer y pasárnoslo bien va bien todo y encima tenemos una experiencia que nadie nos puede negar porque ha sido materializado por nosotros mismos, en nosotros. Si usamos la creatividad para expandirnos a través de otros damos un paso en falso y volvemos hacia atrás es una trampa que utilizada así nos frustra el tema de la creatividad, si necesitamos preguntar a otro sobre si nuestra creatividad es buena y que sea el otro con ese derecho a decidir por nosotros mismos, estamos dejando nuestro poder en manos de otros y el otro con todo el derecho a decir si le gusta o no, si estamos esperando que el otro de valor a lo que nosotros hemos creado podemos fracasar porque si el otro dice que no le gusta, nos hundimos nos sentimos fracasados y tiramos al cubo de la basura la creatividad nuestra, simplemente por no darle ese valor nosotros mismos en lugar de dejar a otros que decidan, así pasa el tiempo con resentimiento y rencor hacia quien no nos ha dado con sus palabras el valor que merece nuestra creatividad, y viendo como los demás si son creativos. Hay que tener paciencia, muchas veces la impaciencia frustra la creatividad y tiramos al cubo de la basura algo importante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario