Se
trata de un fármaco que inhibe el crecimiento de los vasos
sanguíneos y de este modo impide que los tumores formen su propia
red circulatoria para recibir oxigeno y nutrientes; prolonga la
supervivencia de pacientes con cáncer colorrectal metastásico que
han dejado de responder al tratamiento. Es la principal conclusión
de un estudio internacional en el que han participado 1.072 pacientes
y que ha sido liberado por el hospital Valle de Hebrón.
Todos
los participantes habían sido sido tratados previamente con
quimioterapia y un fármaco llamado bevacizumab que fue el primer
medicamento desarrollado para bloquear la formación de vasos
sanguíneos en tumores.
El
estudio ha consistido en sustituir el bevacizumab por otro llamado
remicirumab, que tiene una acción parecida pero no exactamente
igual.
Con
este cambio se consigue frenar la progresión del cáncer. En el caso
de los cánceres colorrectales, su uso quedará restringido a
personas que han dejado de responder a otros tratamientos.
Agustín
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