Una familia acomodada, formada por
la abuela, el padre, la madre y tres hijos, dos chicos y una
chica. La abuela se ocupaba de cuidar a una preciosa gatita
blanca, muy traviesa que le gustaba arañar y maullar cuando
quería mimos. También la abuela junto a la gatita daba largos
paseos contemplando los jardines del pueblo.
El padre trabajaba como agricultor
unos viñedos y dedicaba todo el día para cosechar buena uva.
La madre se dedicaba entre otras cosas
a cuidar un hermoso jardín que daba diferentes rosas y perfumaban
toda la casa. También recogía lirios muy grandes y blancos. Los
llevaba a la iglesia del pueblo para adornarla, pues la señora era
muy religiosa.
El hijo mayor era cantautor; para
inspirarse a componer sus canciones iba a la montaña y recogía
grandes setas, caracoles en días de lluvia, cantaba sus canciones a
la luz de la luna.
El mediano de los hijos estudiaba y en
sus ratos libres iba al gimnasio acompañado de sus mejores amigos a
entrenar sus músculos.
A la benjamina de la familia le
gustaba mucho ir al colegio donde aprendió que no hacen la cigüeñas,
ya de jovencita se cuidaba para mantener su silueta.
Cada cual se dedicaba a lo suyo, se
respetaban mutuamente para no crear conflictos.
La madre se ocupaba de la educación
de sus hijos, mientras observaba como se manejaban. Observaba a sus
empleados del servicio de la casa y les recordaba que el Ayuntamiento
recomendaba reciclar la basura.
Montse
No hay comentarios:
Publicar un comentario